Como defender el tipo de cambio/ Por Gonzalo Chávez
1. Hay dos variables en la economía que, históricamente, han anclado las expectativas de la gente y son garantías de estabilidad. Por un lado está el tipo de cambio y por otro el precio de la gasolina. 
2. Después de la hiperinflación del año 1985, la estabilidad de precios se ha convertido en un patrimonio nacional. Es un objetivo de política económica que está más allá de los gobiernos.
3. El tipo de cambio no es más que el precio, en bolivianos, de la moneda extranjera. En la actualidad, un dólar es igual a 6.85 Bs en la banda baja y a 6.96 Bs en la banda alta.
4. Hay dos maneras de gestionar el precio de la divisa extranjera en un país, sea dólar, euro u otra moneda.
 5. Por una parte, esta el régimen cambiario flexible. En este, la oferta y demanda de divisas es la que termina el tipo de cambio.  el mercado determina el precio del dólar, por ejemplo, por la oferta libre de la moneda norteamericana, que proviene mayormente de exportaciones, inversión extranjera, directa, remesas externas y otros. La demanda libre de dólares que se crea a partir de las necesidades de Importaciones, pago de deuda externa y también remesas Internacionales. 
6. En la práctica, pocas economías tienen un régimen de tipo de cambio totalmente flexible, o sea determinado por las fuerzas del mercado. En la mayoría de los casos este es un mercado intervenido por el Banco Central para evitar grandes fluctuaciones en el precio de la moneda extranjera o sea en el tipo de cambio. A este régimen se lo conoce como flotación sucia. En Bolivia, este régimen cambiario estuvo vigente hasta el 2006.
7. Posteriormente, a este periodo, paulatinamente se basó así un régimen cambiario fijo donde el Banco Central estableció una banda estable para la variación del tipo de cambio. En un régimen de cambio fijo, por lo tanto, es la autoridad monetaria, quien garantiza la banda de precios del dólar.
 8. Antes del 2008, las personas y las empresas (agentes económicos) estaban acostumbradas a que el tipo de cambio fluctúe , hacia arriba y hacia abajo uno o dos puntos, prácticamente todos los meses.
9. Posteriormente, el gobierno boliviano mandó una señal muy fuerte, a los agentes económicos, determinando el tipo de cambio fijo que gran medida se respaldaba en una acumulación significativa de reservas internacionales por parte del banco central.
10. En el año 2014, las reservas internacionales del Banco Central llegaron a 15.000 millones de dólares. En la actualidad están en torno de 3800 millones de dólares.
11. El tipo de cambio no debe tocarse y es necesario defenderlo. De ello depende la estabilidad económica de Bolivia. No es ni política ni técnicamente viable y efectivo modificar el tipo de cambio en el corto y mediano plazo.
12. Una modificación del tipo de cambio tendría efectos muy fuerte sobre la inflación y las expectativas de la gente, generando rechazo popular. Desde el punto de vista técnico, una devaluación se justificaría solamente si ayudase a un incremento rápido de las exportaciones. No es el caso de Bolivia. Debido a que nosotros vendemos gas natural a través de un contrato que establece precios y cantidades específicas y en razón a que, en el sector minero somos tomadores de precios en el mercado internacional, una devaluación no tendría un impacto significativo en las exportaciones. Tal vez en productos como la soya y otros habría una ligera expansión. Pero no sobre el grueso de las exportaciones de gas o minerales.  en suma, no se debe tocar el tipo de cambio.
13. Ahora bien, la defensa, el tipo de cambio no se la puede hacer simplemente con recomposición de reservas internacionales. Se requiere de una aproximación integral al problema y sobre todo, atacar el origen de las pérdidas de las reservas internacionales que están, en gran medida, asociadas al déficit público.
14. Déficit público se debe corregir tanto por el lado del gasto e inversión como de los ingresos. Claramente hay un buen margen para cortar gastos superfluos como propaganda y el enorme aparato estatal y el empleo político. En lo que refiere a la inversión pública, claramente requiere de una racionalización que busque que hacer la más efectiva y complementario a la inversión del sector privado.
Por el lado de los ingresos es hora de discutir una reforma tributaria, donde los nuevos ricos de Bolivia, a saber: cooperativistas mineros grandes, gremiales gigantescos y cocaleros prósperos, paguen impuestos. También se requeriríamos en lanzamiento del sector Gas natural para que mejoren los ingresos de este sector. En el mediano plazo habrá que conocer cuál es eran los ingresos tributarios que dejara la exportación de litio con los chinos. 
15. medidas aisladas y de corto plazo para recomponer las reservas internacionales tiene un efecto contrario. Le restan credibilidad al Banco Central de Bolivia. Para comenzar se debe replantear la ley del oro y más bien eliminar el impuesto las transacciones financieras, y remunerar las cuentas en dólar y así recomponer las reservas internacionales atrayendo, parte de los dólares que están en el colchón Bank de los bolivianos.  además, habría que pensar en la posibilidad de monetizar en dólares los derechos especiales de giro que tiene Bolivia con el Fondo Monetario Internacional.
Insisto la sugerencias arriba mencionadas también son de corto plazo y no resuelven el tema de fondo que es el agotamiento del modelo primario exportador, sentiste centralista, cuyo principal problema es el déficit público, no siendo el único.