La historia de David Vélez y su mente maestra:

Hoy en día es considerada como la banca digital más grande y relevante del mundo. 

Pero para adentrarnos en la historia de David Vélez hay que volver a sus orígenes.

Específicamente a su tierra natal, Medellín, y a 1981, el año de su nacimiento. 

Dado que había nacido en el seno de una familia paisa repleta de emprendedores, era comprensible que se sintiera muy atraído por el emprendimiento. 

“Hay que emprender, hay que hacer el propio camino”. Ese era el lema de su familia y él no dudó en memorizarlo y comprenderlo cuando apenas era un niño. 

Vivió su primera experiencia laboral a sus cuatro años. Y aunque cumplía un rol sencillo en la fábrica de un tío, como era el de organizar y seleccionar botones, igual logró lucirse. 

Así es David Vélez, un hombre decidido, comprometido, visionario y futurista. Sin duda, una de las mentes millonarias más ingeniosas de todos los tiempos. 

A los nueve años sus padres decidieron comenzar de cero en Costa Rica, y fue precisamente en este destino donde realizó una operación que le cambiaría la vida. 

Usó los ahorros que había acumulado hasta entonces para comprar una vaca, que luego se convirtió en un rebaño, y sorprendentemente esta decisión marcó un antes y un después en la historia de David Vélez.

De seleccionador de botones a estudiante de ingeniería

Cuando llegó la hora de prepararse académicamente, David viajó a Alemania para estudiar Matemáticas. 

Pero una vez que completó sus estudios volvió a Costa Rica y puso en venta el rebaño que había visto crecer desde que tenía nueve años. 

Le pagaron $600 dólares y sin pensarlo utilizó ese dinero para mudarse a Estados Unidos. Su sueño era estudiar ingeniería en la prestigiosa Universidad de Stanford, y no descansaría hasta cumplirlo.

Así fue cómo pasó de seleccionar botones en una empresa familiar, a matricularse en la cuna de los emprendimientos tecnológicos más ambiciosos e innovadores del mundo. 

Su admiración por las compañías de Silicon Valley no paró de crecer, y de hecho, le dio forma a su propósito más inminente: el de fundar su propia compañía. 

Tras egresar de Stanford en el año 2005 empezó a trabajar como analista en Morgan Stanley, una de las mayores bancas de inversiones en los Estados Unidos.

Cinco años después estaba de vuelta a las aulas. Regresó a Stanford a realizar una maestría y en lo sucesivo solo ha convivido con el éxito. 

Cuando se convirtió en la figura protagónica de las inversiones en América Latina que estaba realizando Sequoia Capitals, una importante compañía estadounidense de capital de riesgo, estuvo listo para radicarse en Brasil. 

Se mudó a Sao Paulo y esta ciudad simplemente lo vio florecer como un emprendedor dedicado, inteligente y decidido.

Una mala experiencia que le cambió la vida

La historia de David Vélez, como fundador y CEO de Nubank, empezó en este país sudamericano, pero sus inicios no fueron color de rosa. 

Él tuvo que vivir una desagradable experiencia para darle vida a esta idea de negocios que revolucionaría la banca para siempre. 

Todo empezó cuando quiso abrir una cuenta de ahorros en una entidad bancaria brasileña. Al momento de ingresar quedó atrapado entre las puertas giratorias, y lo peor fue que los efectivos de seguridad estaban armados, empeorando aun más la situación.

Vélez confesó que se sintió “como un criminal” cuando lo único que quería era usar uno de sus servicios. 

Pero la pesadilla no terminó allí. Como nuevo cliente se enfrentó a una realidad desagradable y aplastante: las tarifas eran absurdas, las tasas de interés eran sumamente altas y la atención al cliente era nefasta. 

David se negaba a conformarse con un servicio tan deficiente y al mismo tiempo abusivo, y por eso decidió tomar cartas en el asunto. 

Su espíritu emprendedor se avivó, pues estaba decidido a crear una banca como ninguna otra. Sus planes eran romper paradigmas y sentar un gran precedente en suelo brasileño ¡Y lo logró!

Su idea era fundar una banca digital que sacara del juego a la burocracia, las altas tarifas y las sucursales. Quería democratizar la banca para que fuese más humana y transparente con sus clientes. 

Esa es la esencia de Nubank, una banca eminentemente digital que le brinda una experiencia amigable y sencilla a todos sus usuarios. 

Nubank y su valorización de $30 billones de dólares

Hoy en día, Nubank tiene una valoración de mercado de $30 mil millones de dólares. Pero esto no sucedió fácilmente, ni mucho menos de la noche a la mañana. 

Más de una persona dudó de su proyecto. Muchos consideraban que su ideal era un imposible, ya que se estaba enfrentando a la industria bancaria, una de las más poderosas del planeta. 

Otros estaban convencidos de que las regulaciones existentes jamás le permitirían abrirse paso, y sus mayores detractores apostaban a que un extranjero no tendría cabida en el sector bancario brasileño.

Tocó puertas, y aunque no todas llegaron a abrirse, David no se dio por vencido. Una de las principales características de los millonarios es la resiliencia, y esto era algo que él tenía en demasía.

En lugar de abatirse se enfocó en trabajar incansablemente en su proyecto. Sabía que para triunfar debía consolidar un gran equipo y levantar capital. 

Por eso puso toda su energía en la búsqueda de sus mejores socios. Estos debían compartir su visión, y en especial, consentir todos los cambios que necesitaban cobrar vida. 

Edward Wible y Cristina Junqueira cumplían con estos requisitos, y por ende, no dudaron en respaldar su iniciativa. 

Metas conquistadas y sueños cumplidos

Pero esto era solo la punta del iceberg, puesto que también requería inversionistas con buen capital. Lo bueno fue que Kaszek Ventures y Sequoia Capital se identificaron con la historia de David Vélez y con todo lo que ella suponía. 

Así que acordaron invertir $2 millones de dólares en Nubank. Para ese entonces, David ya tenía un gran equipo e inversores de primera línea. 

Conjuntamente con Wible y Junqueira fundó oficialmente esta banca digital, específicamente en Sao Paulo en el año 2013. 

Casi un año después iniciaron sus operaciones oficiales. Habían elegido lanzarse al mercado con una tarjeta de crédito que no tuviese cuota de manejo y con la cual aspiraban cautivar a 1 millón de clientes en cinco años. 

Para su sorpresa lo lograron en tan solo 24 meses, y de allí en adelante el éxito les ha sonreído incansablemente.

Empresa unicornio y orgullo de América Latina

Las metas conquistadas en solo un par de años pusieron algo en evidencia: Nubank seguiría revolucionando la banca a un ritmo indetenible. 

Esto les permitió realizar nuevas rondas de inversión para potenciar sus operaciones e impulsar su crecimiento. 

Innovaron con el lanzamiento de una cuenta de ahorros digital y también empezaron a ofrecerles servicios especializados a las pequeñas empresas y a los emprendedores (sin dejar a un lado a los préstamos personales). 

Todos estos logros le permitieron convertirse en una empresa unicornio. En el 2018 obtuvo $150 millones de dólares de sus inversionistas y en el 2019 Nubank fue catalogado como el “mejor banco de Brasil”, según Forbes. 

Ese mismo año la compañía trascendió las fronteras brasileñas y comenzó a operar en México y Argentina.

¿Pero qué había de Colombia, la tierra natal de David Vélez?, ¿acaso no figuraba en sus planes de internacionalización? ¡Por supuesto que sí!

El año pasado Vélez divulgó la buena noticia y expresó que “después de 30 años y 30 millones de clientes” estaría de vuelta en su país. 

Tres décadas habían pasado desde que David le dio un “hasta luego a Colombia”. Pero ya había llegado el momento de reencontrarse con sus raíces. 

Nubank había llegado a Colombia bajo el nombre de Nu, y una vez más, su misión era clara: simplificar el sistema financiero y liberar a los colombianos de las garras burocráticas.

Libros recomendados:

Un millonario decidido a donar su fortuna

La historia de David Vélez es realmente impactante. Está llena de matices, ascensos y caídas. Pero sobre todo, está colmada de solidaridad y altruismo.

Las noticias más recientes sobre este millonario han dejado a más de uno con la boca abierta. Él ha confesado que desea donar la mayoría de su fortuna para solucionar problemáticas sociales.

Esta decisión la tomó en consenso con su esposa, Mariel Reyes. Bloomberg ha reseñado que ambos están decididos a apoyar iniciativas filantrópicas mediante la donación de sus riquezas.

Ambos se animaron a firmar la iniciativa de Warren Buffet y Bill Gates, conocida como “Giving Pledge”, la cual insta a los multimillonarios a realizar donaciones a causas benéficas.

Su mayor deseo consiste en crear una plataforma de filantropía familiar que le ofrezca nuevas oportunidades a los niños y jóvenes desfavorecidos de América Latina. 

La historia de David Vélez aun se está escribiendo:

Decir que la historia de David Vélez aun se está escribiendo es totalmente realista. Todavía le faltan muchas metas por cumplir a través de Nubank, el banco digital independiente más grande del mundo. 

Aunque con más de 40 millones de clientes y una inversión reciente de Berkshire Hathaway Inc., (la compañía de Buffet), a más de uno le costaría creer que aun tiene sueños incumplidos. 

David Vélez es un gran ejemplo de superación, resiliencia, humildad y empatía. Él es mucho más que un emprendedor brillante. Es un hombre comprometido con el bienestar social y la filantropía.

Tanto así que no le preocupa despojarse de su fortuna. Sencillamente lo hará por una buena causa y para este colombiano eso lo es todo en la vida.

Fuente: Emprendiendo Historias