Hasta 50 millones de personas pasarían hambre
Por otra parte, la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dijo que la guerra se había convertido en una «crisis global» y que hasta 50 millones de personas, particularmente en África y Medio Oriente, enfrentarán hambre en los próximos meses a menos que se encuentren formas de liberar el grano ucraniano, que representa una parte considerable del suministro mundial.
En el comunicado conjunto, los ministros apuntaron que la guerra ha generado una de las crisis alimentaria y energética más graves de la historia reciente. El riesgo ahora es que amenaza a los más vulnerables en todo el mundo, por lo tanto están “decididos” a acelerar una respuesta multilateral coordinada para respaldar a los países más vulnerables, aunque a decir verdad, no se ve cómo puedan conseguirlo.
«Necesitamos asegurarnos de que estos cereales se envíen al mundo, si no, millones de personas se enfrentarán a la hambruna», sentenció.
Materias primas, un “refugio financiero seguro”
Las circunstancias globales anticipan por desgracia que la inflación seguirá “comiéndose” rápidamente el poder adquisitivo de las personas, y que la escasez, hará que millones potencialmente mueran de hambre.
En este sentido, países como México han decidido abrir sus fronteras a la libre importación de determinados productos básicos. No obstante, si el problema es que estos NO están pudiendo ser exportados desde sus países de origen por restricciones gubernamentales como las de India, queda claro que esta medida – correcta de todos modos – hará muy poco para paliar la crisis alimentaria y de inflación.
Ante este tenso escenario mundial es que el dólar se encuentra en niveles máximos de 20 años frente a otras divisas “fuertes” como lo muestra el llamado Índice Dólar.
La incertidumbre en los mercados, la guerra en Ucrania, la escasez de alimentos, la división de mundo en dos grandes bandos como en el siglo XX, la inflación y el ciclo alcista de las tasas de interés, anticipan que para los inversionistas el mejor lugar para estar sean los refugios financieros aparentes como el dólar, y reales como el oro.
La variante esta vez es que aunque por lo general no lo sean, las materias primas estarán fungiendo también como refugios para los capitales, mientras que los activos de riesgo (acciones, criptomonedas y divisas) no verán todavía el final de su ciclo bajista.
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